viernes, 29 de agosto de 2008

EL MUNDO DE LAS ESPIRALES



Ninguna curva ha fascinado al ser humano desde los tiempos más remotos como la espiral.
Su presencia en los objetos vivos, tanto animales como vegetales, tuvo que llamar la atención de nuestros antepasados desde los albores de la humanidad.
No existe ninguna cultura que no la haya utilizado como elemento simbólico, mágico o simplemente ornamental. Los modelos naturales los tenáin muy cerca, desde el zarcillo de una parra hasta los rizos de sus cabelleras les brindaban sugerentes ejemplos.
El mundo mágico de las espirales es un universo hipnótico, que a veces nos produce sensaciones de vértigo y en otras ocasiones nos transporta a paraísos de calma y placidez, pero que siempre deja en nuestro espíritu la zozobra y la inquietud del infinito.
Esta misteriosa curva que parece enrollarse sin fin sobre sí misma hasta acabar precipitándose en un punto, o al revés, que apareciendo infinitamente pequeña, desde un simple un punto, presenta la osadía de querer llenar todo el espacio, ha ejercido un influjo cautivador no sólo sobre los matemáticos sino también sobre artistas y artesanos de todas las épocas y casi todas las culturas.Las primeras manifestaciones de las espirales como elemento ornamental en la historia de la humanidad se remontan al Neolítico.
En numerosas piedras datadas de este período aparecen espirales enlazadas o dispuestas en distribuciones simétricas.
Aparecen junto a cuadrados y círculos distribuidos formando figuras simétricas, pero las espirales siempre ocupan el lugar protagonista.
Seguramente la facilidad para el tallista de dibujar una curva haciendo girar su punzón alrededor de un punto contribuyó al hecho de que nuestros antepasados se sintieran cautivados con las espirales.
 
 
La podemos encontrar entre los adornos de las cruces y medallones celtas.
Aparece entre los motivos ornamentales de las vasijas griegas, pero donde brilla con todo su esplendor es en los capiteles jónicos de los templos como el pequeño templo de Atenea Nike, situado en la Acrópolis ateniense, en los que la curva parece querer huir del peso del arquitrabe, arrepintiéndose al final y retornando sobre sí misma.

(Detalle de un capitel jónico)
Nos ofrece recogimiento en las sillerías de las catedrales góticas con toda su sobria elegancia, antes de explotar con toda su exuberancia en la vorágine del arte barroco, con su explosión de motivos florales en los que la espiral se adueña de la ornamentación.
Al fin y al cabo, el Arte imita a la Naturaleza.
La espiral ha sido tema de inspiración de forjadores de todas la épocas que han dejado muestras exquisitas en las rejas que aún hoy adornan ventanas y puertas de nuestras ciudades y pueblos.
Pero no hay que remontarse en el tiempo para encontrar entre nosotros esta sugerente curva...
Miren a su alrededor, donde menos sospechamos nos sorprende su elegante presencia. Cuando paséen por tu ciudad o por su pueblo sólo tienen que mirar con detenimiento en los monumentos o en las rejas y seguro que encontrarán alguna espiral.
Pero, si encontramos espirales por doquier en creaciones artísticas, ornamentales o funcionales del ser humano, es en la Naturaleza donde la espiral se muestra en todo su esplendor y variedad. La espiral y su pariente en el espacio, la hélice cónica.
Inmediatamente nos vienen a la mente las conchas de los caracoles, los cuernos de los rumiantes, la trompa enroscada de un elefante, el cuerpo de una serpiente, la cola de un camaleón...

En el mundo vegetal los ejemplos son si cabe más llamativos ya que entre las plantas aparecen un sinfín de espirales y no precisamente de una en una.
La distribución de las pipas en cualquier girasol, las escamas de cualquier piña, no importa de qué variedad, una simple margarita... nos ofrecen una auténtico desfile de espirales entrelazadas.

jueves, 28 de agosto de 2008

EL MODELO DE LA ESPIRAL EN EL COACHING



La espiral, representación de la naturaleza en el ser humano y del ser humano en el Universo

Para la JEI , hemos encontrado en la metáfora de la espiral la forma de representar tanto el propio proceso de crecimiento personal como la forma de acompañar al otro en su respectivo proceso de auto-conocimiento. El símbolo de la espiral es tan antiguo como el ser humano y se encuentra en los trazos hechos por el hombre primitivo sobre las rocas de grutas y cavernas. En casi todas las civilizaciones la espiral ha sido una constante para representar la evolución, el crecimiento y el progreso del ser humano. Es más, la espiral es una figura geométrica que se encuentra en miles de seres de la naturaleza, desde los caracoles hasta los cuernos de las cabras de monte. La serpiente enroscada en espiral es símbolo de crecimiento en muchas civilizaciones antiguas y en el mundo microscópico encontramos muchas figuras elementales que representan esa forma. Si miramos al Universo y sus astros encontramos que hay muchas galaxias que toman esta forma, entre ellas la famosa galaxia de Andrómeda que bajo el telescopio se observa como una espiral perfecta. La figura tan temible del tornado es también un bello ejemplo para entender la espiral. En el tornado todo es desorden, movimiento, y caos aparente, sólo en el centro del huracán en su ojo se experimenta una paz absoluta. El centro de la espiral es la Esencia del ser humano, donde hay una absoluta tranquilidad interior, donde la armonía es el eje de todo el accionar humano.
El ser humano nace conectado con su Esencia, una Esencia que se halla presente ya en el Universo. Con el correr del tiempo y los procesos de educación y aculturación, esa Esencia va quedando “envuelta” en múltiples capas como las de una cebolla. El filósofo y pensador alemán Graf von Dürkheim, quien se formó en las tradiciones orientales en una larga estadía en el Japón, habla de dos conceptos útiles para nosotros: el Ser Esencial y el Ser Existencial . Si miramos el centro de la espiral, encontramos la Esencia del ser humano, es decir, el Ser Esencial, aquel que nos conecta con nosotros mismos, con la divinidad y con lo trascendental, es un ser puro que nos une a todos en lo que todos compartimos y nos hace esencialmente iguales: una parte del Universo. El Ser Esencial es iluminado por el amor, la entrega, el servicio, la humildad y la generosidad. Es este el que va siendo cubierto de creencias, valores, temores, mandatos, juicios y prejuicios sobre lo moral y lo inmoral, lo correcto y lo incorrecto, que le permiten y facilitan vivir en comunidad y acoplarse al mundo exterior. Esta gruesa capa de creencias es lo que se denomina el Ser Existencial . Ese ser que es necesario para poderse desenvolverse en la sociedad. ¿Y qué sucede con la Esencia , con ese Ser Esencial que algún día nació? Va quedando escondido, capa tras capa de vivencias y experiencias y es esto lo que conduce a la sensación de vacío e insatisfacción que acompaña a muchas personas en su edad adulta. Es en este momento, cuando la persona se da cuenta de que algo puede ser diferente y hay que retornar a la Esencia. La pregunta es cómo hacerlo.
Uno de los caminos, entre muchos otros procesos de crecimiento personal, es el proceso de coaching. En nuestro modelo de la espiral, el individuo avanza en su propio proceso de crecimiento interior como en una espiral. Si equiparamos la vida humana a una gran espiral, la persona inicia su proceso de crecimiento en el aquí y el ahora, en ese lugar en donde se encuentra en el momento presente, visualizando un propósito que quiere alcanzar. Comienza a avanzar, surco tras surco, buscando aproximarse a ese propósito, que a su vez pretende acercarlo al centro de la espiral, es decir a su Ser Esencial , a aquel lugar donde su existencia hace sentido, donde su razón de ser se aclara y donde se conecta de manera profunda con el Universo. En la medida en que su auto - conocimiento se profundiza, que la espiral se estrecha y toca los confines del Ser Esencial , su capacidad de acompañar a otros se expande, y la espiral comienza ampliarse en surcos cada vez más grandes. Es decir, se da la espiral doble, primero en el sentido de cerrarse hasta llegar al Ser más profundo, lo esencial y luego se amplía en la trascendencia y el impacto de los demás. De esta forma, resulta indispensable iniciar con el proceso de introspección y crecimiento personal para poder luego acompañar a los demás en sus respectivos procesos.
Definimos al proceso de coaching como un avance significativo en la espiral, acercándose al Ser Esencial. Con el coaching se tocan las capas externas de esa espiral y se recorre el camino hacia su eje. Ese eje central está siempre presente y ejerce un fuerte magnetismo que atrae hacía sí los surcos de la espiral. En la medida en que se avanza hacia el centro, la persona se va sintiendo más coherente consigo misma, con lo que le es significativo, con lo que verdaderamente valora, hay un proceso de toma de conciencia, de “darse cuenta” y va tomando las acciones que le permiten acercarse más y más a su Ser Esencial.
La metáfora de la espiral aplicada al proceso de coaching
Cada sesión de coaching corresponde a una vuelta en la espiral en la que se avanza siguiendo varios pasos:
•  Asumir la potestad por el propio proceso y fijar un objetivo. Nadie, más que uno mismo, puede avanzar en la propia espiral de la vida. Asumir la potestad por este proceso implica tener el profundo deseo de hacerlo y aceptar la responsabilidad que ello representa. Esto es como la iniciación de un viaje para el que hay que establecer un destino y sólo cada uno sabe cuál es el suyo. El proceso de coaching, como un viaje, tiene un destino, un objetivo que la persona expresa para el proceso en general y para cada sesión en particular.
•  Conectarse con el Aquí y el Ahora. Una vez establecido el objetivo, la persona inicia el proceso de “Darse Cuenta” del lugar en el que se encuentra en el momento presente. Se enfrenta con sus características, sus temores, sus creencias, sus valores, sus habilidades y debilidades y con todo aquello que hoy día lo define y le facilita o dificulta avanzar en el camino hacia alcanzar su objetivo y alinearse profundamente con su Ser y su propósito de vida.
•  Desplegar la creatividad. Cuando la persona comienza a reconocer el lugar en el que se encuentra en el presente y la forma como esa realidad le acerca o le aleja de su propósito, es cuando se da el terreno fértil para desplegar todo el potencial creador del individuo que le permita sobrepasar los obstáculos y acortar las distancias entre lo que quiere lograr más allá de los objetivos específicos del proceso (su propósito) y la situación en la que se encuentra Aquí y Ahora.
•  Desacomodarse y actuar. Avanzar en la espiral es un proceso lleno de aventura, riesgos y oportunidades en el que sólo se puede adelantar si rompemos con la inercia con la que hasta ahora hemos venido caminando. Hay que desacomodarse, ensayar nuevas formas de ver la realidad, de actuar en el entorno y comportarse con los demás para lograr la verdadera transformación.
•  Trascender el objetivo. Alcanzar las metas es sólo parte del proceso de crecimiento y no debe constituirse en un fin como tal. El verdadero aprendizaje está en poner en perspectiva esos logros, y ver de qué manera estos están en relación con la esencia del ser. Este es un momento de introspección en el que se crece a través del darse cuenta de lo que en verdad es importante para el individuo. Es aprender a aprender sobre sí mismo.
Dado que la espiral es una sola, una sesión de coaching es sólo un fragmento del proceso de coaching como tal. Por lo mismo, la persona que ingresa en un proceso de coaching hace, en extenso el mismo recorrido de una sesión, en el proceso completo, iniciando con asumir la potestad y finalizando con trascender el objetivo. La sensación de haber ganado más de lo que se había fijado inicialmente es un claro indicador del éxito de la sesión y del proceso mismo.
Una vez sola, sin el apoyo del coaching, la persona continúa en su propio proceso de avanzar, trascender, crecer y vivir en congruencia con su Ser Esencial.
En la medida en que la persona profundiza en su espiral incrementa la capacidad de impactar su entorno. Es decir, la espiral comienza a ensancharse para iniciar un proceso de “tocar” a quienes se encuentran a su alrededor. Esto se puede asimilar a las ondas que ocasionan una gota de agua que cae en un estanque, se van haciendo mayores. Ese impacto tiene el límite que cada quien quiera poner. El riesgo es que este impacto, al ampliarse, se atenúe y se vuelva difuso y que el individuo se pierda de su centro, de su ser, aturdido por el ruido del entrono. Es en esos momentos cuando la espiral vuelva a su dinámica eterna y busca de nuevo su Ser esencial. La dinámica se presenta así de manera continúa, como un permanente ir y venir del Ser Esencial hacia el impacto externo y hacia el crecimiento interior.

¿QUE ES EL SISTEMA HELICOIDAL?



Es una metodología de aprendizaje y enseñanza que permite maximizar las capacidades y aptitudes de los estudiantes a través de la aplicación de técnicas y procesos de mejora continua. Este procedimiento tiene la virtud de trabajarse de manera gradual y cíclica en niveles cada vez superiores respetando los ritmos de aprendizajes de los estudiantes. Nuestro sistema se convierte en un impulsor del desarrollo y superación del estudiante sin ponerle límites a sus competencias.
Ha ello lo denominamos educación sin límites.


¿DE DÓNDE NACE EL SISTEMA HELICOIDAL?

Surge de la demostración científica que explica el origen, la evolución y el devenir de todo lo existente en el universo en un ritmo de desarrollo constante.
Esta concepción se aplica como paradigma de un innovador sistema de enseñanza y de preparación que genera un aprendizaje significativo en el cual el sistema efectiviza su principal objetivo que es desarrollar las múltiples inteligencias del alumno, con la finalidad de lograr permanentemente las metas más altas en su rendimiento.

¿QUÉ RESULTADOS SE LOGRAN?

Los resultados que se logran son sorprendentes ya que se obtienen logros que no son comunes dentro de nuestra sociedad; basta mencionar algunos casos, por ejemplo contamos con alumnos que ingresaron a la universidad con solo la educación primaria y con muy corta edad; alumnos que representan al Perú en olimpiadas matemáticas a nivel internacional y que en dichos certámenes obtienen las más altas calificaciones y traen consigo medallas de oro, plata y bronce. En los deportes también resaltan los logros conseguidos por nuestros alumnos, por ejemplo en el deporte ciencia somos campeones continentales y mundiales de ajedrez escolar, esto es solo una muestra de la diversidad de talentos que se logran a través de este exitoso sistema.

¿QUIÉN ES EL CREADOR DE ESTE SISTEMA?

El creador de este sistema es el Ing. Wilmer Carrasco, que en su trayectoria como docente preuniversitario, tras un profundo diagnóstico sobre la crisis del sistema educativo, desarrolló la propuesta de un sistema de enseñanza y de preparación que descubriera y potenciara las cualidades del estudiante con el solo fin de vencer los retos que exigen los cambios de un mundo moderno.